Aitana, una niña
de 11 años de Tarazona (Zaragoza), afectada por una cardiopatía congénita,
podrá ser operada gracias a la ayuda desinteresada de trece millones de personas que han decidido reciclar y no tirar a
la basura los tapones de plástico de sus envases.
Esta acción,
denominada 'Tapones para una vida' e
incluida en la campaña 'Una sonrisa para Aitana', comenzó en agosto del pasado
año. Desde entonces se han recogido 450
toneladas de tapones por parte de trece millones de personas de España y
Portugal.
Los tapones han
sido recogidos en distintos puntos de
España por la Fundación Seur,
que los transporta hasta la sede de la empresa Acteco, en Ibi (Alicante), para
que ésta los triture y los transforme en plástico inyectado.
Por cada
tonelada, la mercantil alicantina paga
300 euros, lo que ha posibilitado que este martes se haya hecho entrega
de un cheque por valor de 135.000 euros
a la familia de Aitana.
Con ese dinero,
la pequeña podrá someterse a su segunda
operación en el Children's
Hospital de Boston (EEUU), único centro médico capacitado para realizar
"una intervención eficaz y sin riesgo" para la vida de la niña, según
le hizo saber a la familia el prestigioso cardiólogo español Valentín Fuster.
La primera
intervención quirúrgica, denominada "Blalock
Taussig", se le practicó en septiembre de 2010, después de ser
evaluada por el reconocido cirujano Pedro
del Nido, y permitió desviar y unificar sus arterias derechas
pulmonares.
Antes, en 2006,
la niña se sometió a una operación que
resultó fallida y, además, a su corta edad ya se le han realizado nueve cateterismos.
Ahora quedan
otras dos intervenciones -las tres tienen
un coste total de 400.000 euros- para completar el tratamiento que
permita a Aitana llevar una vida normal.
La segunda se le
realizará durante la segunda quincena de abril gracias al cheque de 135.000 euros y a la aportación de una persona que ha preferido quedar en el
anonimato y que donó 50.000 euros a la familia.
Ayudar a otros niños
Durante el acto
de entrega del cheque, celebrado este martes en Alicante, el padre de Aitana, Luis Miguel García, ha agradecido el
apoyo de todos los ciudadanos que han colaborado en esta iniciativa y les ha
instado a que no desfallezcan y continúen apoyando una campaña que "ya no
es para Aitana", sino "para una vida".
"Que estos
tapones se conviertan en dinero para
ayudar a otros niños, independientemente de su raza, origen o color, y
para hacer más fácil la vida a esas familias", ha declarado, en referencia
a la función de ayuda a niños con enfermedades raras a la que se dedica desde
este martes esta campaña y la entidad que él preside, la "Asociación una
Sonrisa para Aitana".
"El primer eslabón de la cadena es Aitana,
pero el último no lo sabemos", ha subrayado García en declaraciones
posteriores a los periodistas.
Para el próximo
día 14, la familia ha organizado dos
festivales solidarios en la cubierta de Leganés, uno infantil y otro
musical, con la finalidad de recaudar fondos.
En esa
convocatoria, según García, seguramente se lleve a cabo el acto de entrega de
una cantidad de dinero a "una o
dos familias" con hijos enfermos, gracias a la recaudación de
tapones del mes de marzo, donde se consiguieron hasta 150 toneladas.
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